Fuimos sede de Ciudades que hablan: Simposio Internacional de Arte en Espacio Público

La reflexión artística está firmemente entrelazada con la reflexión ciudadana. Las formas en que una ciudad se presenta, se habita, se diseña, se vive, atraviesan la creación de toda la comunidad, y hacen parte fundamental de sus propuestas estéticas y éticas, y de las palabras que encuentra para formular sus principales retos, sus miedos, y sus potencialidades. La semana pasada fuimos sede y creadores de “Ciudades que hablan: Simposio Internacional de Arte en Espacio Público”, un evento en el que durante tres días abrimos conversaciones sobre el habitar y el crear, sobre el derecho a la ciudad, sobre la sostenibilidad vital que se convierte en eje transversal a la creación del futuro. Durante tres días vivimos la conversación, las dudas, el desafío de los temas complejos, y la alegría de saber que Bogotá es, y se construirá para seguir siendo, un referente de museos a cielo abierto, de ciudadanía creadora, de intervenciones que renuevan la cotidianidad.

Porque no es sólo que el grafiti haga parte de nuestro ADN, o que con Distrito Grafiti y las distintas mesas distritales le hayamos dado cabida como expresión dinámica de las preguntas de la ciudadanía. Es también todo lo que gira alrededor del cuidado y la atención que los y las artistas en espacio público suman desde su talento y sus propuestas a la cotidianidad de nuestra ciudad. La revitalización de la Carrera Séptima, por ejemplo, con iniciativas como Bogotá Sabe A Centro, entra como una clara muestra de esa apuesta que entrelaza las experiencias de arte en el espacio público con las dinámicas múltiples de un sector, propiciando escenarios que hacen a la cultura transversal y que se convierten en motores de transformación de la vida. O Es Cultura Local, que como programa ha apoyado a artistas cuyas obras intervienen la ciudad y los espacios de sus comunidades para transformarlos desde la belleza y el asombro.

La participación de invitados nacionales, internacionales y distritales, así como los artistas urbanos, generó que Bogotá se vinculara a grandes conversaciones permitiendo que la ciudadanía ampliara su interacción con el entorno, con la creación de nuevos nodos e hitos en espacio urbanos, con la generación de más encuentros memorables, con el propósito de estimular aún más la creatividad y las oportunidades de negocios.

Sabemos que Bogotá tiene espacio para seguir creciendo en las reflexiones que hacen de la transversalidad de la cultura la pieza fundamental de nuestra transformación. Sabemos que el arte, en todas las escalas y en todos los escenarios, en todos los formatos y desde todos los lenguajes, es y seguirá siendo el eje transformador de la vida ciudadana. Por eso contar con espacios de reflexión como “Ciudades que hablan” nos emociona. Porque sabemos que puede ser allí donde las semillas de lo que vendrá empiecen a germinar.

Porque sabemos que la cultura de Bogotá es imparable, y que creer en ella, y potenciarla, y ampliar sus alcances es nuestro mejor legado. Seguiremos trabajando para que siempre lo sea.

Feliz semana.

Catalina Valencia Tobón

Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte