Mariposas. Foto: Pixabay.
Cultura Ambiental

Las mariposas

Así como las rocas y los sembrados en el campo, los árboles y las flores constituyen sobre el horizonte un paisaje rico en tonalidades que deleita y descansa nuestra vista, y las mariposas, con su constante y silencioso vuelo de flor en flor, hacen que el paisaje se llene de color.

Las mariposas, que son de algún modo los insectos más vistosos, llaman nuestra atención. Como tienen las alas cubiertas de escamas, forman parte del orden de los lepidópteros, y este es uno de los primeros datos que debemos tener en cuenta para su clasificación.

Colombia es el segundo país en biodiversidad en el mundo. Cuenta con el mayor número de mariposas diurnas del mundo (3.500 especies). Estas se diferencian de las nocturnas por su forma y colores. Las mariposas diurnas vuelan mucho, y mientras lo hacen muestran sus vistosos colores. En cambio, los colores de las nocturnas son más apagados y se camuflan muy fácil.

Las mariposas diurnas descansan con las alas juntas, plegadas sobre el cuerpo, que a su vez es delgado. Las mariposas nocturnas descansan con las alas planas encima del cuerpo. Son gruesas y a menudo su cuerpo está recubierto de pelo.

El néctar de las flores, que las mariposas chupan por medio de una pequeña “trompa” que tienen, constituye el principal alimento de las mariposas. Por esa razón es que las vemos mucho tiempo revoleteando y posándose sobre las flores. También se alimentan de la savia de los árboles y de las sustancias azucaradas de los frutos.

Las mariposas cuentan con detalles fabulosos que constituyen su cuerpo. La cabeza es una pequeña cápsula peluda. Lo que más le resalta son los ojos. Loas mariposas no pueden morder ni mascar. Su aparato bucal no tiene mandíbulas y está formado por una pequeña “trompa”, llamada espiritrompa, que les permite aspirar líquidos relativamente espesos, como el néctar de las flores. Las mariposas pueden ver hacia todos los lados simultáneamente.

El tórax es la parte que lleva las patas: las mariposas adultas siempre llevan tres pares de patas que pueden estar cubiertas de pelos. Las usan tanto para agarrar como para caminar, y en ellas está el sentido del gusto. ¿Te imaginas? El tórax soporta también las cuatro alas, que son los principales órganos de las mariposas.

El abdomen es la parte del cuerpo que queda libre a continuación del tórax. Es alargado, de forma tubular y está compuesto por 12 segmentos, de los cuales 8 son visibles. Los cuatro últimos componen el aparato reproductor. El abdomen es más blando, menos consistente que la cabeza y el tórax.

¿Sabías que las mariposas también cinco sentidos?

Tienen el tacto muy desarrollado gracias a innumerables pelillos táctiles en las alas, las patas y sobre todo en las antenas.

El gusto se encuentra en las patas y la trompa y ¡es 200 veces más sensible que el de los seres humanos!

El olfato está en las antenas, que le permiten reconocerse unas con otras.

La vista le permite distinguir la mayoría de colores y las diferentes intensidades de luz.

Por último, el oído, es una membrana (tejido) timpánica, situada en la parte superior del abdomen. A la mayoría de las mariposas diurnas, les hace falta.

¿Cómo nacen las mariposas?

Las mariposas tienen un nacimiento diferente a muchos otros seres vivos. Inician su vida como orugas que se arrastran sobre la tierra y las plantas.

Las mariposas deben pasar por cuatro estadios ó etapas: huevo, larva u oruga, ninfa o crisálida y mariposa adulta. Esta serie de estadios se conocen bajo un mismo nombre: la metamorfosis.

La mariposa sale del huevo como un gusanito que no se parece nada a una mariposa, se la llama oruga o larva. Su primer alimento es el huevo de donde ella proviene y luego continúa comiendo muchas hojas. Las orugas pueden ser de colores muy distintos, pero las verdes son las más frecuentes.

Lugo pasa de ser oruga a ninfa. En este estadio rápidamente disminuye su apetito. Abandona la planta que le sirvió de alimento y busca un lugar favorable para construir el capullo dentro del cual se transformará en crisálida.

La mariposa sale después de semanas o meses.  Está todavía con sus alas húmedas y arrugadas y no puede volar. Luego de unos minutos, las alas se estiran, se secan y se endurecen. La mariposa empieza a irrigar sangre en las delgadas venas de las alas, para darles fortaleza. ¡Después de esto, aletea y puede salir a conocer el mundo exterior volando!

Si decides atrapar una mariposa para guardarla en un frasco y ver cómo revoletea tratando de salir, verás cómo luego de un rato sus alas han perdido mucho líquido y fuerzas. Por esto, es mejor que no lo hagas. Lo más seguro es que muera.

 

 
 
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