Maquillaje de Guga a Sandro
Foto: SCRD

Drag Queen: una oportunidad para liberar el ser

  • El drag es un arte que proporciona libertad y permite materializar la autopercepción, es la oportunidad ideal para liberar el ser y traerlo en sociedad.
  • Históticamente, no encajar en el cánon de lo heteronormativo era motivo de rechazo y violencia. Te invitamos a conocer la historia de Sandro Angulo, una persona no binaria que encontró en el drag la posibilidad de apropiarse de un “yo” contestatario y performático llamado ‘Tragedia’.

Escrita por: Juan Diego Bernal Espejo

La mesa estaba dispuesta. Una silla ergonómica negra esperaba a Sandro Angulo para iniciar con su proceso de maquillaje a cargo de Guga Mattel. El reloj, al igual que el calendario, se había convertido en promotor de ansiedad y nerviosismo para las y los integrantes de la casa drag House de Ángeles, quienes estaban a muy pocas horas de hacer realidad su primer ballroom, Génesis: Hasta el Cielo.

Para Sandro, Génesis no solo representaba la oportunidad de organizar por primera vez un evento de estas características, sino también era el momento perfecto para seguir dejando en alto el nombre de su casa y de Tragedia, su personaje.

Cuando el reloj marcó las 9:30 a.m. la carrera contra el tiempo comenzó, pues Sandro debía darle vida a Tragedia en menos de cuatro horas. Al comienzo, el proceso fue calmado, tuvimos la oportunidad de intercambiar palabras mientras lo peinaban y podía ver, poco a poco, cómo su rostro se iba descubriendo y su pelo se escondía, como por arte de magia.

Para poder ponerle esta calva - a Sandro - , es necesario peinarlo hacia atrás, de esta manera y con ayuda del gel no se van a ver protuberancias en su cabeza”, me explicaba Guga, mientras yo aprovechaba para detallar cada uno de los elementos sobre la mesa: un pegamento en barra, delineadores, un pedazo de látex que iba a ser fundamental en el proceso, pegante de pestañas, pintura blanca, correctores, y demás artículos de maquillaje.

Él, al igual que sus hermanos y hermanas de casa, recitaba y practicaba la coreografía que le mostrarían a la audiencia dentro de poco. De fondo sonaba la canción “Cáscara de coco” de Villano Antillano, a lo que Sandro me comentó, a manera de anécdota, que inicialmente su drag iba a llamarse de manera homónima a ese sencillo musical, pero que debido a su gusto por la tragedia griega, al entenderla como un vehículo para recordar que no podemos hacer nada solos porque de hacerlo fallaremos, decidió bautizar su propuesta escénica como Tragedia.

Este primer paso estaba prácticamente listo, la cabeza completamente engominada marcaba la iniciación de una futura interacción con el látex. Sin embargo, antes de eso Sandro se acercó a la ventana, agachó su cabeza y con su manó tomó un cigarrillo, lo introdujo en su boca y encendió el mechero. Ese sonido de chispa tan característico llamó mi atención, así que lo miré y le pregunté acerca del ballroom.

Maquillaje de Tragedia

Con su tono de voz único, calmado y de potencia moderada, comenzó a explicarme que el ballroom, originariamente, nació a principios del siglo XX en Harlem, Nueva York, cuando un grupo de transexuales y drags, afrodescendientes y latinas, decidieron conformar un salón de baile dedicado a la expresión performática del ser.

Y tal como si estuviese en un ambiente académico con aprendices en actitud participativa, fueron llegando de una en una diversas integrantes de la casa para dar su apreciación del término y complementar la información que me compartía Sandro en pleno proceso de transformación hacia Tragedia.

La finalidad del ballroom, entonces, es generar competencias performativas entre participantes, para que puedan expresarse libremente en sociedad y discutir, a través del arte, las injusticias y desaprobaciones de la época hacia la comunidad LGBTIQ+.

Con las últimas existencias del humo del cigarrillo de Sandro finalizó la conversación y cada miembro de la casa retomó sus labores. Sandro se quitó la camisa y se puso una bata blanca con mariposas amarillas y una línea rosada gruesa, para facilitar los pasos siguientes. Guga tomó el látex y comenzó a ponérselo en la cabeza a Sandro, que en primera instancia le cubría todo el rostro. Sin embargo, con ayuda de unas tijeras comenzó a entreverse nuevamente el rostro del protagonista, su cara empezó a cambiar y yo no la volví a ver igual durante esa mañana.

En este punto descubrí para qué era la pintura blanca que estaba en la mesa desde el momento en que llegué, Tragedia iba a estar completamente de blanco. Una a una las integrantes de la casa aportaron su granito de arena y ayudaban a pintar el cuerpo de Sandro con una esponja, mientras me contaban acerca del origen de las casas.

Guga maquilla a Tragedia

Las casas, como House de Ángeles, son familias que nacieron alrededor de los ballroom, ya que debido al rechazo que recibía la comunidad a principios del siglo pasado, sus integrantes no tenían hogar. El origen de este concepto se remonta a 1977, cuando durante un concurso de belleza, Crystal LaBeija, una mujer transgénero afroamericana, expresó su desacuerdo con la decisión del primer premio, que siempre era otorgado a drags blancas, así que fundó la House of LaBeija.

Con la presión del tiempo sobre cada una de ellas, el reloj decía que solo tenían treinta minutos más para alistarse. La aparente tranquilidad del inicio desapareció y Tragedia agarró con fuerza una esponja para terminar de pintarse. Su rostro estaba listo, era completamente blanco y su torso a unos pocos retoques de terminar.

En su atuendo completo sobresalían las uñas largas y pintadas de rojo que contrastaban con guantes largos que le cubrirían un poco más alto de sus codos. La pintura estaba lista y seca para el siguiente paso que, a diferencia del anterior, iba a requerir de mucha más técnica, precisión y detalle.

Tragedia era literal un lienzo en blanco listo para adoptar su personalidad y toque final, unas líneas grises y rosadas en sus mejillas, ojos negros y sombreados,  nariz definida, labios pintados de un tono imponente, y, como olvidarlo, cejas que iniciaban desde su frente y terminaban en la mitad de la calva.

Ultimos retoques del maquillaje dd Tragedia

Tragedia estaba lista para el primer ballroom de House de Ángeles, que iba a contar con las siguientes categorías: Best Dressed (mejor vestido), Face Transmasc/Afan (mejor rostro), Lipsync, y Poesía Marikona, y con una actuación de ella interpretando a Judas.

Show performático de Tragedia

Foto cortesía de @dsarmient0

Su actuación fue espléndida, digna de “tens”, o “dieces”, como se utiliza popularmente para calificar las actuaciones en espacios como el ballroom. De fondo se escuchaba la canción “Once more to see you” de Mitski, y Tragedia escenificaba la letra con mucha sutileza.

La temática era clara, y desde primera instancia se estableció un juego entre Judas, interpretado por Tragedia, y una fotografía de Jesús. El secreto de la traición bíblica que todos conocemos fue el eje, pues a través de una sensualidad interactiva se escuchaban gritos y breves momentos de aplausos.

El clímax del performance fue cuando Tragedia exhibió una soga que llevaba consigo todo el tiempo, pero que hasta ahora consideraba que solo era parte del atuendo; la ubicó en su cuello y formó un ángulo recto con sus manos simulando el momento del ahorcamiento del apóstol. La imagen no solo fue impactante por la interpretación, sino por la alta calidad artística que mostró, era como ver una pintura en movimiento.

Tragedia y Sandro Angulo - Sandro Angulo y Tragedia nos demuestran que el drag otorga licencias y proporciona alas de libertad para imaginar, sentir y vivir, en la misma piel y con otro atuendo, exaltando la aceptación y el amor propio.

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