Dar discurso por megáfono
Foto: Pixabay

Lo que debes tener en cuenta para elaborar un buen discurso 

Desde el año 2015, gracias al Foro de la Democracia de Atenas, todos los 15 de marzo se celebra el Día Mundial del Discurso. Para homenajear esta fecha hablamos con Diana Guzmán, líder de la Escuela de Lectores de BiloRed, quien nos compartió algunas claves para elaborar un discurso. 

Lo primero que hay que aclarar es que el discurso es un enunciado lingüístico y semiótico que generalmente surge desde el texto para ir a la oralidad, aunque también puede surgir en la oralidad o quedarse simplemente en un texto. 

“Cuando un texto es escrito para ser leído mentalmente tiene una estructura enunciativa distinta a un texto que ha sido concebido para leerse en voz alta, así que el discurso se convierte en un escenario en el que la oralidad, la voz y la necesidad de ser escuchado y comprendido es fundamental”, indica Guzmán. 

Aunque existen discursos monológicos (que no conceden espacio a la incertidumbre), lo cierto es que la mayoría tienen un objetivo de reconocimiento colectivo, sin dejar de lado que existe una relación identitaria muy importante con el creador de dicho discurso.

“Por ejemplo, en este momento, los discursos de feminismo y el lugar de las mujeres está mediado por quienes son esas mujeres, y esto se relaciona con una conciencia más grande y más colectiva”, explica Guzmán.

Así mismo, hay que tener en cuenta que un discurso necesita tener un propósito crítico que ponga sobre la mesa cuestiones que aluden a la situación de un grupo humano. Es por ello que casi siempre destaca un líder o lideresa que toma la voz de los demás para consignarla en un discurso que aborda contenidos conceptuales e históricos, que, en su construcción, involucran a muchas personas. 

Aquí es muy importante tener en cuenta que la comunicación de un discurso, en esencia, también es performativa, pues llama al movimiento, a la acción, y vive en la medida que el receptor lo escucha y lo vuelve suyo. 

Un ejemplo de ello es el discurso de ‘Yo tengo un sueño’ (1963), de Martin Luther King. “Es un lugar común, pero justo por ello es que es tan valioso. Es un discurso que está hecho para que las personas se levanten, como fue el caso de la población afroamericana en Estados Unidos”, indica la líder de la Escuela de Lectores. 

Otro modelo es ‘Oración por la Paz’, un discurso que Jorge Eliecer Gaitán dio el 7 de febrero de 1948, que desencadenó el movimiento de ‘La marcha del silencio’. Fue la manifestación más grande realizada hasta ese momento en Colombia en contra de la violencia del Gobierno. Aproximadamente 100 mil personas (en una ciudad que para la fecha tenía cerca de 400 mil habitantes) portó banderas y listones negros y colmaron la Plaza de Bolívar y calles adyacentes. El único orador del día fue el propio Gaitán, quien se dirigió al presidente Mariano Ospina Pérez. 

“Allí Gaitán hizo un discurso  en el que no necesariamente hace un llamado a acciones colectivas, sino un llamado al silencio para responder a la opresión del Gobierno. Es magistral y logra que toda una plaza se quede en silencio”, apunta Diana Guzmán.

También vale la pena resaltar el discurso de Angela Davis, mujer feminista, afrodescendiente y líder intelectual estadounidense que dio un gran discurso el día de su liberación, en 1973, tras estar presa por ser incómoda para el sistema político de su país. “Ella menciona que todos tenemos el derecho a la participación y al cambio, incluso siendo sujetos de procesos de subyugación, como las mujeres afrodescendientes en el mundo. Ella hace un llamado desde la palabra invitando a sus compañeras a levantarse de manera inteligente y asertiva para participar en el cambio”, dice Guzmán. 

 Tips para elaborar un buen discurso

Teniendo claras algunas de las principales características del discurso podemos pasar a otros puntos más estratégicos a tener en cuenta al momento de elaborarlo. 

  • Lo primero es entender que el discurso es una acción comunicativa y, por tanto, debe estar hecha para que otros la entiendan. 
  • Todo texto y toda comunicación debería tener una relación coherente y cohesionada. 
  • Lo más importante es la sencillez y es mejor si el discurso es corto y contundente.
  • Deben ser capaces de enunciar y defender una idea participativa y dialógica.
  • Un discurso que convierta un enunciado en una experiencia colectiva, donde todos se ven reflejados y reflejadas, es mucho más eficiente que un discurso lleno de referencias que nadie entiende. 
  • El discurso no debe ser adoctrinante, se trata de abrir la mente a otras personas a temas o situaciones que tal vez no son comunes o que no se han atrevido a pensar. 
  • El discurso es una acción pedagógica que necesita muchos ejemplos para que las personas se sientan identificadas con su contenido.
  • Debe tener un enunciado claro y una estructura argumentativa coherente. 
  • Cada idea debe tener una posibilidad de desarrollo coherente. Un enunciado por idea, y una idea por enunciado. 
  • Evitar el exceso de referencias que no están cercanas a quienes van a escuchar el discurso.
  • Tener en cuenta que la voz también es un elemento discursivo y debe invitar a la escucha.
  • Chaïm Perelman, filósofo belga, considerado maestro de la argumentación, también ve el humor como una gran oportunidad para conectar, ya que es ese lugar en el que todos somos iguales.
  • Las imágenes retóricas empleadas dentro del discurso deben ser de sencilla comprensión, lo que no quiere decir que sean superficiales. 

¿Por qué conmemorar el Día Mundial del Discurso?

“Más que el Día del Discurso, es el día de la expresión y de la comunicación, el día de tomar posición. Somos seres que crecemos y debemos ejercer la toma de posición y poderla expresar, poder ser escuchados y escuchadas en un modo participativo. El discurso es un escenario de comunicación participativa y por eso es tan importante. Y también tenemos que quitarnos la idea de que el discurso lo dice solo una persona con una estatura política e intelectual, el discurso debería ser un lugar democrático en donde todos podamos ser locutores de nuestras propias ideas”, dice Diana Guzmán. 

Así mismo, hace un llamado para que desde el escenario público se abran espacios para que las personas puedan, más allá de ser receptoras de los logros institucionales, ser escuchadas a través de discursos que describen sus necesidades, pero también sus posibilidades de trabajo. “Hay que empezar a romper esas jerarquías, porque el discurso es la construcción de la razón pública y pertenece a todos los ciudadanos y ciudadanas”, agrega la líder de la Escuela de Lectores de Biblored.

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