El mito de la serpiente fueteadora

El mito de la serpiente fueteadora

Muchos de los nativos de regiones selváticas como las del Putumayo, Caquetá y Amazonas, narran que han visto una serpiente larga que acecha entre la espesa vegetación, los senderos, trochas y caminos. Al toparse con cualquier caminante hombre, se abalanza contra él, lo amarra y les da tremenda paliza con su cola. Lo deja con morados y golpes en todo su cuerpo.

Lo extraño de esta historia que cuentan es que la serpiente no muerde, no envenena, la consecuencia de la fuetera es que después del castigo queda caminando como modelo en pasarela y moviendo la cintura como un marchista.

La gente de estas regiones cree que la serpiente fueteadora es la correa de San Agustín que espanta los demonios incorporados en las personas.

Otra versión que hay sobre este mito es que la serpiente es una advertencia para que los caminantes se cuiden de los chismes, deudas, enredos, patrañas, que son muy comunes en estas regiones del país, por ser fuentes, según cuentan, de discordias, violencia y enemistades.

Dicen además que cuando logran matar la culebra hay que mirar para todos los lados porque ellas siempre andan de a dos. Matar las serpientes y quemarlas para que otras serpientes no se acerquen por el olor a muerte. 

 
 
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