Metal para promover ideales de paz

En el marco del Día Internacional de la Paz, rememoramos el proyecto Festival MetalPaz de la localidad de Bosa, iniciativa del Programa Es Cultura Local creada para la defensa de los derechos humanos, la cultura, el medio ambiente y la soberanía alimentaria.

La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en 1981 el 21 de septiembre como el Día Internacional de la Paz, y este año insta a realizar acciones para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que luchan contra la desigualdad, el cambio climático y la protección de los Derechos Humanos.

A través del componente A del Programa Es Cultura Local, la Fundación Oniros Philosophie, desarrolló en enero de este año la primera versión del Festival MetalPaz en las UPZs de Tintal sur y El Porvenir, de la localidad de Bosa. Este espacio contó con la programación artística de ocho bandas intérpretes del género metal que promovieron mensajes de paz en el territorio.

^{Foto: José R. Muñoz Gaona.}

“El asunto de la paz y el metal no es nuevo porque sobre todo en el metal bogotano las bandas hablan de situaciones y problemáticas sociales. El metal tiene fuerza para denunciar, pero no significa que no sea pacifista… MetalPaz surge a partir de cosas que ocurrieron en la localidad de Bosa en medio del estallido social del Paro Nacional (desapariciones de jóvenes, enfrentamientos con la fuerza pública, violencia…) es decir, todo lo que el metal ya venía denunciando. Queremos que los jóvenes entiendan que las iniciativas de paz en los territorios están en manos de ellos”, describe Diego Vargas, máster en Derechos Humanos y gestor del proyecto.

MetalPaz rápidamente se convirtió en plataforma para el impulso de bandas locales emergentes de metal, como Inhumano, que se ha dado a conocer en la escena distrital luego de su presentación en el Festival. El espacio también ha fomentado el apadrinamiento de bandas emergentes por parte de las bandas conocidas lo cual fortaleció las redes de apoyo del gremio.

Por otra parte, llevar una propuesta artística de este estilo a los territorios permite procesos de pedagogía con la comunidad y erradica el imaginario de que el metal es para un público apático, sino que por el contrario permite la integración y el disfrute de toda la familia con mensajes pacifistas presentes en cada puesta en escena.

“En el territorio, en las UPZs se acercaron muchos jóvenes y terminaron entrando con sus familias, personas que entraron con sus bebés,  con sus niños y niñas pequeños. Entonces resulta siendo un evento que promueve el hecho de cambiar un poco la visión de que el metal es para gente sin oficio, sin futuro, para mechudos desarraigados, consumidores de alguna sustancia o algo así…Me gustó que el Festival haya sido y siga siendo intergeneracional porque ello plantea iniciativas de pedagogía popular”, agrega Vargas.

^{Foto: José R. Muñoz Gaona.}

En aras de adelantar otras iniciativas sociales, culturales, ambientales y de soberanía alimentaria; el Festival MetalPaz recibió un aporte simbólico por parte de la comunidad representado en libros, alimentos no perecederos y plántulas. Al finalizar el evento, se donaron los alimentos a población desplazada y víctimas del conflicto a través del Centro Local de Víctimas de Bosa. Con las plántulas comenzaron la siembra de dos huertas con el proyecto “Semillas del Recreo” y con los libros se planea hacer una biblioteca comunitaria o donar los ejemplares a las cárceles del país.

La Fundación Oniros Philosophie, espera que a futuro el Festival MetalPaz pueda tener más versiones, un impacto social más grande y poder contar con los patrocinios para la participación de artistas internacionales en su programación.

^{Foto: José R. Muñoz Gaona.}