La animación, un mundo para todas las formas de expresión
Desde 2003, gracias a la Asociación Internacional de Films de Animación (ASIFA), celebra el Día Mundial de la Animación cada 28 de octubre, una fecha que recuerda la primera proyección pública de cine animado.
Hoy son muchas las técnicas y formas de animación que hay en el mundo y Bogotá es una ciudad en la que cada vez se cultivan más talentos, como el de Angélica Restrepo, realizadora audiovisual de la Universidad Nacional de Colombia.
Fue al final de la carrera que decidió incursionar en proyectos propios y la animación, dándole vida al cortometraje Todas mis cicatrices se desvanecen en el viento.
Este documental codirigido por Carlos Velandia, que vio la luz en 2022, fue estrenado en el festival de animación más importante del mundo, el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, en Francia, y desde entonces ha sido presentado en importantes espacios.
“Este es un cortometraje que guía al espectador a través de las memorias de la infancia de mi madre. Queríamos volver a unos recuerdos particulares marcados por violencia de género, explotación infantil, que hacen parte de la memoria de Colombia, sobre todo en las generaciones pasadas que han tenido que migrar de sus tierras en el campo para venir a la ciudad por diferentes situaciones. Al llegar a la herida inicial hacemos un llamado de la niña interior a abrazar de nuevo ese momento y volverse su propio protector en medio de momentos tan difíciles”, cuenta la cineasta Angélica Restrepo.
Este corto hizo parte de la amplia programación del Festival de Animación Anibia, que se celebra del 19 al 29 de octubre en Bogotá, en el que se pueden disfrutar 42 películas, 41 cortometrajes y un largometraje francés, todos realizados con técnicas de animación.
All my Scars Vanish in the Wind (2022) - Trailer de Carlos Velandia en Vimeo.
Restrepo cuenta que esta película inicialmente estaba planeada como un documental, pero encontraron en la animación ese elemento que les permitió transmitir mejor la esencia de la película. La técnica de fotogrametría y animación de sistemas de partículas fueron muy acertadas para explorar y contar la memoria, sensibilizar al espectador y brindarle una experiencia sensorial.
“Gracias a la animación encontramos una exploración plástica increíble. Fue muy acertada para narrar la memoria, porque en las entrevistas previas que hicimos nos dimos cuenta de que la memoria es difusa y en su cronología es ambigua, tienen una reconstrucción a la que le faltan piezas del rompecabezas. Esta técnica nos permitió jugar con esa ambigüedad y representar la imagen de una forma abstracta”, comenta Restrepo.
El reto fue grande ya que ninguno de los directores era animador, se valieron de clases y tutoriales en Internet para aprender a narrar su historia como querían.
“Yo que vivo en Bogotá veo un panorama de la animación muy centralizado. Sin embargo, hay muchas maravillas en este medio de la animación. Es un medio diverso por sus diferentes técnicas, como 2D, 3D, stop motion (…) Cada estudio creativo tiene su propio espíritu y modelo de negocio, y eso lo hace maravilloso porque todos crean una comunidad para expresar sus ideas creativas en la diversidad”, agrega Restrepo.
Para celebrar el Día Mundial de la Animación extendemos la invitación a participar del Festival Anibia que este 28 y 29 de octubre cuenta con programación en la Cinemateca Distrital de El Tunal. Este festival busca generar lugares de encuentro para compartir y celebrar la creación diversa de las formas de la animación colombiana, latinoamericana y mundial.
“Hay que reconocer que la animación es un espacio que reconoce otro tipo de oficio y otras formas de realización audiovisual. Hay un sesgo muy grande de que la animación es un género, pero la verdad es que es todo un campo del audiovisual que permite contar historias desde diferentes técnicas. Permítanse conocer más de la animación y hay que salir del sesgo de que solo es para niños”, es la invitación final que hace la cineasta Angélica Restrepo.
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