Grupo Danzas Etnoamérica
Foto: Cortesía @Mogtcolec

Ferney Pinzón, el bailarín detrás de la red de danza más grande de Bogotá

El Día Internacional de la Danza es un homenaje a esta rama del arte que es universal y diversa, y que logra reunir a las personas sin importar las barreras culturales, políticas o éticas.

Un ejemplo de unión sin barreras en torno a la danza es el trabajo realizado por la Red Danza Bosa, un proceso organizativo de 14 años, el más antiguo de la ciudad en esta disciplina, que ha llevado a su localidad a ser el escenario del Festival Danza en la Ciudad, entre muchos otros logros que les han dado gran visibilidad.

Ferney Pinzón Reyes, bailarín desde antes de nacer, ha sido el precursor de esta red que hoy es su gran motivo de orgullo.

“Me encuentro en el mundo de la danza desde antes de nacer. Vengo de una familia portadora del baile del torbellino, de la vereda San Pablo, del municipio de Vélez, del departamento de Santander”, dice Pinzón.

Ferney Pinzón Reyes, Red Danza Bosa

Como muchos que han llegado a la periferia, su familia se asentó en Bosa, y allí, desde que tenía 11 años, empezó a transitar por distintos procesos dancísticos que estaban ligados a lo social y lo comunitario.

Ferney se postuló en 2009 para ser consejero de danza del Consejo Local de Arte, Cultura y Patrimonio. A partir de esta decisión, en 2010 nace la Sectorial Danza Bosa, hoy más conocida como la Red Danza Bosa, un proceso independiente que tiene como pilares la formación para directores de danza y bailarines, y la circulación de artistas. Hoy en día más de 43 organizaciones hacen parte de la red, incluso de otras localidades como Ciudad Bolívar, Fontibón, Usme y hasta del municipio vecino de Soacha.

 

“Acá, sin importar la antigüedad o experiencia, todos trabajamos por la danza, que nos pinta el alma del mil colores y le hemos dado un papel muy importante en nuestras vidas, y por la heterogeneidad de la red, ya que estamos conformados por agrupaciones de niños y niñas, jóvenes, adultos, personas mayores, afro e indígenas. Y también tenemos representantes de todos los géneros de danza como la contemporánea, urbana, afrolatina, de proyección folclórica, internacional y hasta espacios para la danza inclusiva en silla de ruedas y baile deportivo”, explica Pinzón.

La construcción y las acciones colectivas han conformado una red que les permite reconocerse unos a otros y tomar acción desde sus diferencias. La ‘montonera’, como dice Ferney, haciendo alusión a que los grupos de danza están compuestos por personas diversas, otra particularidad que los ha ayudado a fortalecerse.

“Estamos convencidos de que a través de la danza estamos aportando a la construcción y reconstrucción de un tejido social que ha sido quebrantado por las brechas sociales y hace parte de una periferia. Y de esta manera también hacemos una construcción de paz de este país”, afirma el bailarín y líder social.

Gracias a esta experiencia, la Red Danza Bosa también ha encontrado otros espacios de participación como del Consejo Distrital de Danza, e incluso la academia, desde donde han podido expandir la motivación que les genera bailar.

“Yo también estoy estudiando el tema audiovisual porque no se ha explorado la danza folclórica para el video. El mundo de la videodanza nos lleva años luz, pero desde la danza tradicional y folclórica hay un mundo entero por sondear”, dice Pinzón.

La red, además de ser un proceso organizativo en danza, desarrolla un proceso de investigación que ha sido materia de varias monografías de grado, siendo una nueva forma de relacionarse con las instituciones para cumplir sus objetivos.

Ferney Pinzón, además de ser líder de la comunidad, nunca puede dejar de bailar, así que también tiene una agrupación llamada Danzas Etnoamérica, conformada por su familia, en la que suele bailar con su mamá y su hija en importantes festivales. Sin embargo, describe a la agrupación como un laboratorio creativo en el que está experimentando desde lo audiovisual. Cantarina, una bella historia de amor y Pukuy, soplo sanador; son dos producciones de danza tradicional hechas para la cámara.

Danzas Etno América

 “Cuando la música recorre nuestro cuerpo y llega hasta lo más profundo del alma se transforma en una hermosa danza. La danza es color, pasión e ilusión, es alegría y es transformación. Y somos la Red Danza Bosa porque hemos hecho una transformación real y viva en el territorio, y eso nos hace felices”, concluye Pinzón.

La Red Danza Bosa hace extensiva la invitación a la Noche de Gala Danza Bosa, que se llevará a cabo el 31 de mayo en el Teatro el Ensueño.

 

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