El arte y la cultura, un mundo que se expande gracias a la lengua de señas

El 23 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Lengua de Señas, una fecha para resaltar esfuerzos por promover y reconocer las lenguas de señas nacionales como parte de los paisajes lingüísticos vibrantes y diversos de cada país.

Según la Federación Mundial de Sordos, existen aproximadamente 70 millones de personas sordas en todo el mundo. Más del 80 por ciento vive en países en desarrollo y como colectivo, utilizan más de 300 diferentes lenguas de señas.

Precisamente es gracias a la lengua de señas colombiana que Sofía Saldarriaga, una joven de 18 años, puede hoy ser parte de los Consejos de Cultura y Deporte de Bogotá por la localidad de Teusaquillo.

“Me gusta muchísimo que en esta localidad en particular uno siempre ve personas famosas pasar por aquí, por esas calles tradicionales, porque siempre es el escenario para grabar novelas de televisión, para grabar películas. Es una localidad en la que la cultura se vive todos los días”, dice Saldarriaga.

Sofía nació sorda debido a una condición que tuvo su madre durante el tercer mes de embarazo. Sin embargo, eso no le ha impedido desarrollarse como mujer y como ciudadana, ni el disfrutar del arte y la cultura. De hecho, le fascina ir a museos y admirar la parte patrimonial que tiene Bogotá.

“Las personas sordas tienen mucho que aportar. En la medida en que estemos en igualdad de derechos y en unas condiciones dignas somos capaces de tomar decisiones, de ser agentes transformadores, en mi caso, de toda la parte cultural. Por eso es importante que las personas sordas participen de todos estos espacios”, dice Saldarriaga en lengua de señas colombiana, traducida por Samir Jafet Mojica, intérprete de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.

Samir Mojica y su compañero Bladimir Montañez siempre están presentes en las sesiones del Consejo de Cultura y Deporte y en otros espacios para que Sofía y otra persona que también hace parte de estos consejos puedan participar de manera activa.

“Una de mis iniciativas es propiciar que las personas sordas puedan acceder a muchos derechos del sector Cultura, por ejemplo, el acceso a las bibliotecas, pero que cuenten con el intérprete de lengua de señas para que toda la oferta cultural sea accesible para las personas sordas de todas las localidades, y por supuesto aquí en la localidad de Teusaquillo”, dice Saldarriaga.

Para Samir y Bladimir ser intérpretes de lengua de señas es una profesión bella, que tiene la particularidad de que entre más invisible se es, se es más exitoso con el objetivo que tiene esta labor.

“Ser intérprete permite brindar el acceso a la información y a una cantidad de cosas a las personas sordas. Pero no son solo las personas sordas las que tienen barreras de comunicación, sino las personas ciegas y las que tienen otras discapacidades. Hay que contribuir con lo que uno hace en esa eliminación de barreras en el acceso a la comunicación, a la información y a los derechos humanos”, indica Mojica.

“Al ser intérprete de personas sordas he aprendido a volverme muy visual y ver el mundo de otra manera. Ahora trato siempre de pensar como una persona sorda y eso me lleva a ver el mundo de una forma más interesante, mi espacio global se expande. En ese sentido me siento muy privilegiado”, agrega Montañez.

Para estos intérpretes, conmemorar el Día Internacional de la Lengua de Señas es un reconocimiento para las comunidades minoritarias, como la de las personas sordas, para quienes es necesario que sus derechos sean reparados y recordados, pues han llevado una lucha que apenas fue reconocida en 1996 con la legalización de la lengua de señas colombiana.

“La comunidad sorda desea que se les reconozca, que se les muestre y que el reconocimiento no solo sea de sus decretos y que queden en el papel, sino que se vea en la accesibilidad, que ellos en vez de tener tantas barreras, tengan más oportunidades”, comenta Montañez.