Capital, el canal de la ciudadanía y sus territorios

El 21 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Televisión por su importante papel en la orientación, canalización y movilización de la opinión pública.

Se trata de una fecha que también conmemora el Primer Foro Mundial de la televisión, hecho en 1996, que invitaba a los estados a promover intercambios de programas centrados en la paz, la seguridad, el desarrollo económico, social, la cultura, entre otras cuestiones.

Este espíritu es el que precisamente ha mantenido Capital, el canal público de Bogotá, un medio volcado a la ciudadanía y a los territorios que habita.

“Los medios públicos tenemos la obligación de abordar, hablar y discutir sobre temas que normalmente no están en los grandes titulares de los medios de comunicación privada a nivel informativo, pero que tampoco se abordan a través de la ficción o de los documentales y demás, así que los medios públicos hablamos de temas a veces incómodos, pero que la ciudadanía si quiere hablar”, afirma Jerson Parra, director operativo de Capital.

El Capital Sistema de Comunicación Pública lleva 25 años contando las historias de Bogotá y su gente, siendo testigo directo y voceador, tanto de los hechos diarios que saltan de la realidad de las calles como de los extraordinarios que han marcado la memoria de la ciudad en un amplio rango de titulares.

Sus formatos y programas también han sido clave para visibilizar a comunidades indígenas, campesinas, afrodescendientes, en situación de discapacidad y LGBTIQ+, así como los liderazgos juveniles y otras voces que surgen y conviven en la metrópolis bogotana. 

“Capital se ha propuesto tres objetivos principales como medio público: el primero es la cocreación con los ciudadanos y las ciudadanas de todas las edades; el segundo es ser un medio convergente y coherente con la forma en cómo Bogotá consume contenidos audiovisuales en este momento; y el tercero es precisamente ser un medio plural e incluyente”, afirma Parra.

Un ejemplo de ello es eureka, un canal cocreado por un consejo de niños, niñas y jóvenes de todas las localidades de Bogotá, que permitió abordar de manera creativa el qué y cómo la niñez y la juventud quieren hablar y qué formatos quieren ver en su pantalla.

“Esta forma de cocrear con los niños, niñas y adolescentes solamente sucede en dos partes del mundo con dos medios públicos, uno es en Argentina con ‘Pakapaka’ y el otro es Eureka, de Capital. Por eso hoy somos referentes en América Latina y en el mundo y hemos recibido premios en los más importantes festivales y eventos de televisión infantil en Alemania, Japón, España, Brasil, Chile, entre otros, la lista es larga”, comenta Parra.

El otro caso exitoso involucra al Sistema Informativo Capital, que ha vinculado a jóvenes y universidades.

“Seis universidades hacen parte de la alianza y con ellos hemos creado contenidos especialmente en las plataformas digitales. Con rigor periodístico logramos tener la esencia de lo que los jóvenes quieren contar de su ciudad”, agrega el director operativo.

También es de resaltar el espacio de opinión del sistema, llamado La pata que le falta a la mesa, que permanentemente invita a representantes de diferentes grupos poblacionales que habitan Bogotá para destacar sus proyectos e intereses que aportan a la visión de ciudad, aunque también hay otros programas para ello.

Para Jerson Parra, celebrar el Día Internacional de la Televisión, es seguir democratizando el acceso a la información.

“Hoy hablar de televisión no solamente se refiere a la señal abierta o de sintonizar un canal, también hablamos los contenidos que circulan en otras plataformas, pero sin duda sigue siendo el medio de comunicación masivo más potente, el más democrático, el que permite que más ciudadanos y ciudadanas tengan acceso libre al conocimiento, que se forjen una opinión de su territorio y de sus habitantes. La televisión seguirá siendo por muchos años esa pantalla más accesible y más popular, así que por más que académicos expertos digan que la televisión está a punto de morir, la verdad es que cada vez crece más, cada vez es más masiva y cada vez más se siente como un habitante más de nuestras casas”, concluye Parra.