Artesanos de La Candelaria participaron en curadurías que validan su oficio
Un total de 62 artesanos de Bogotá participaron en ocho curadurías por medio de las cuales, además del reconocimiento de sus oficios, se les asignarán zonas específicas para el desarrollo de su actividad.
Con la participación de 62 artesanos de la calle 11, en el sector de La Candelaria, en Bogotá, culminó el proceso de curadurías que se desarrollan en el marco del Protocolo de Aprovechamiento del Espacio Público para Hacedores del Oficio Artesanal. Una herramienta de la administración distrital, a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, que permitirá autorizar y asignar zonas específicas del espacio público para el ejercicio de la actividad artesanal en la ciudad.
Para esta asignación, y atendiendo una solicitud expresa de los artesanos, se consideró indispensable realizar un proceso de curaduría presencial que permitiera reconocer y validar el carácter artesanal de los oficios y productos. En esta etapa inicial se priorizó el sector de la calle 11, por lo que se convocó a los artesanos que tradicionalmente desarrollan allí su actividad.
Los artesanos representan una parte esencial de la cultura local. En sus prácticas se condensa la memoria del trabajo, la persistencia del hacer y la resistencia frente a un mundo cada vez más dominado por la producción industrial.
Tal como lo expresó Santiago Trujillo, secretario de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá, “los oficios artesanales nos recuerdan de dónde venimos y nos muestran múltiples formas de resistir al tiempo, al clima y a los cambios sociales y económicos. Al mismo tiempo, nos enseñan a adaptarnos sin renunciar a la libertad de crear, haciendo de cada historia, cada cuerpo y cada material un modo de vida que sigue transformándose sin perder su raíz, aportando al reconocimiento de la ciudad, el saber colectivo, la construcción de comunidad y al fortalecimiento de la economía local”.
El proceso realizado los pasados 17 y 18 de diciembre consistió en ocho curadurías, que iniciaron con un registro por sectores, en el cual los artesanos presentaron sus catálogos de productos. Eso permitió realizar un primer filtro para verificar que las piezas fueran efectivamente de origen artesanal. Luego, los participantes fueron citados en grupos de entre 8 y 10 artesanos, en sesiones presenciales de aproximadamente dos horas dirigidas por una curadora especializada.
Durante la primera parte de la sesión, cada artesano debía adelantar el proceso de elaboración de uno de los productos de su catálogo, previamente seleccionado por la curadora. En la segunda parte, se realizó una entrevista individual, en la que el artesano dio cuenta de su trayectoria, su experiencia de vida ligada al oficio, el reconocimiento y dominio de los materiales, las técnicas empleadas y el saber acumulado en su práctica.
La evaluación se realizó a partir de ocho criterios para determinar quién cumple con las características para ser reconocido como artesano. No se denomina como artesano a quien no demuestre dominio técnico del oficio ni conocimiento de las materias primas asociadas a su práctica.
Este aval permitirá que, en el futuro, los hacedores de oficio artesanal puedan solicitar su permiso de aprovechamiento del espacio público, y constituye un paso clave en los procesos de cualificación, reconocimiento y formalización del sector, que han contado con acompañamiento institucional a lo largo del año. Estos procesos de curaduría contribuirán a fortalecer y afinar los criterios de selección para eventos como Inspiral (la feria de artesanos que este año se realizó en junio en la Plaza de Bolívar), garantizando mayor claridad y coherencia en los procesos de participación.
¿Qué viene para 2026?
- Reconocimiento y visibilización de las prácticas artesanales: fortalecimiento de la Marca Inspiral como plataforma que acoge la ruta y posiciona el sector artesanal en la ciudad.
- Mecanismos de comercialización y circulación: consolidación de alianzas con espacios que permitan la activación comercial de los artesanos, como pasó este año; por ejemplo, con la ocupación temporal de espacios públicos, tal como se hizo en el Parque de la Independencia, con una oferta que se instaló el 5 y va hasta el 28 de diciembre. También la realización de eventos propios como Inspiral y la participación en escenarios comerciales y culturales como el Festival Cordillera o la Feria de la Interculturalidad del Jardín Botánico.
- Cualificación e intercambio de saberes: fortalecimiento de procesos de formación en articulación con el SENA y la SCRD, así como la participación del sector artesanal en eventos académicos y la vinculación con semilleros de investigación. Además de procesos de formalización del sector artesanal, promoción de procesos de reconocimiento y formalización de los hacedores de oficio artesanal.
- Caracterización, normativa y política pública: en 2025 se realizó el último pilotaje del proceso de caracterización del sector artesanal junto al equipo del Observatorio; en 2026 se implementará el proceso completo por localidades. En esta línea se inscriben también las curadurías y la implementación del Protocolo de Aprovechamiento del Espacio Público, con la puesta en marcha de zonas autorizadas.


