Sorprender para cambiar vidas, la labor del bibliotecario

El 23 de abril de cada año se celebra en Colombia el Día del Bibliotecario, así como el Día Internacional del Libro y el Día del Idioma Español, siendo la oportunidad precisa para conocer más sobre nuestro idioma y las posibilidades editoriales que tenemos, ya que Bogotá se está convirtiendo en la capital editorial de Latinoamérica.

Esta es la lectura de Sergio Cárdenas de Oro, coordinador de la Biblioteca Pública Virgilio Barco, quien hace cuatro años pertenece a la Red de Bibliotecas Públicas, aunque hace más de veinte años se dedica a esta labor, que él considera un servicio social.

“Todos en las bibliotecas llegamos por accidente, porque alguien nos convocó, y yo me siento hijo de las bibliotecas públicas, lo cual luego se representó en que me convertí en un bibliotecario público, comprometido con varias causas”, cuenta Cárdenas.

Aunque sus causas son diversas, la más importante para este bibliotecario que se enamoró de los libros en su juventud, es acercar a las personas al conocimiento a través de contenidos, talleres y actividades que cautiven a las personas de manera desprevenida, y que esto les cambie la vida.

“A uno siempre en el colegio o en la academia le asignan o le obligan a leer un libro, pero creo que debe ser de la forma como yo me acerqué a los libros, a través de una historia que me sorprendió. La lectura no debe llenar la satisfacción de las demás personas, sino las tuyas mismas”, dice el coordinador de una de las bibliotecas más grandes de Bogotá.

Sin embargo, uno de los retos más importantes que tienen los bibliotecarios en la actualidad es saber escuchar a las comunidades para entender qué quieren y esperan de sus bibliotecas, y proponer servicios innovadores que respondan a esas necesidades no solo desde la lectura, sino también desde el teatro, la música y la danza. “Nosotros ya no somos las bibliotecas tradicionales que salvaguardan libros, sino un centro cultural con muchas posibilidades para la gente”, agrega Sergio Cárdenas.

Esto no implica que estos espacios dejen su la misión de alfabetizar sobre las distintas maneras de leer el mundo, una labor que, para Sergio, más que un trabajo, es considerado un servicio social “porque un bibliotecario nunca espera nada a cambio”.

“Una persona que lee y está en contacto con el libro y un niño o niña que está en contacto con la palabra escrita, tiene muchas más oportunidades de acercarse a un mundo de distintas culturas, con distintas posibilidades de imaginación. También tiene la oportunidad de llegar con más herramientas a un ejercicio académico. También siento que quienes han vivido entre libros y bibliotecas son más felices en su vida cotidiana y familiar”, afirma Cárdenas.

Hoy las bibliotecas siguen ofreciendo a la ciudadanía infinitas posibilidades para estar en contacto con el mundo que ofrece la palabra escrita, además de ser espacios para alejarse del ruido de la capital y participar de muchas actividades gratuitamente.

En ese sentido, Cárdenas resalta las actividades del pabellón #LeoBogotá, espacio del distrito en la Feria Internacional del Libro, ya que es una muestra del universo de posibilidades que ofrece la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá.

“Hay varios micrositios para encontrarse con todas las posibilidades, en donde hay publicaciones nuevas e independientes, así como actividades y talleres permanentes”, agrega.

Una recomendación para festejar el Día del Libro y del Idioma

“Lo primero es que te acerques a un bibliotecario para que te recomiende, según tus gustos e intereses, algo que te va a enamorar, porque esa es nuestra labor. Un bibliotecario lee a las personas con cariño y espera, sin pedir nada a cambio, que descubras una nueva palabra, un libro inesperado o simplemente una propuesta artística que no conocías”, agregó Cárdenas.

En ese sentido, este bibliotecario recomienda un libro llamado El Animalario Universal, del profesor Revillod. “Es una buena opción para acercarse a un libro de manera inesperada, además no tiene texto escrito, sino sólo imágenes, lo que permite mirar las posibilidades que tiene la lengua española para crear nuevas palabras e historias a partir de una imagen”, puntualizó.