La cultura está “Open” en San Felipe
- Luego de cinco años de su primera versión, el Open San Felipe regresa una vez más a las calles del Distrito Creativo San Felipe este 6 y 7 de julio.
- Para esta oportunidad se activarán alrededor de ochenta emprendimientos, culturales, creativos y gastronómicos, con la finalidad de brindar a sus asistentes un fin de semana inolvidable.
Escrita por:Juan Diego Bernal Espejo
Comienzan los preparativos
Un ocaso sereno pintado con tonos rojizos iluminaba uno a uno los árboles del icónico “Parque La Araña” (Calle 74C # 22-58) en el Distrito Creativo San Felipe. A uno de sus costados, la cancha de microfútbol estaba siendo decorada con banderines para albergar una nueva edición del homónimo Open San Felipe.
De igual manera, al detallar las calles, las aceras, y los locales vecinos, pude darme cuenta de que el Distrito entero estaba en transformación. Los establecimientos culturales y de economías adyacentes, tenían a sus trabajadores adecuando todo para darle la bienvenida a este masivo festival que se llevaría a cabo sábado 6 y domingo 7 de julio, de 11:00 a.m. a 10 p.m. y de 11:00 a.m. a 7:00 p.m., respectivamente.
En una de las bancas del parque estaba sentada Johanna Morales, una actriz venezolana organizadora del Open, y a quien me acerqué para indagar más sobre esta festividad. Ella me respondió con una sonrisa expresiva y me invitó a recorrer algunos espacios que estarían activos durante esta nueva edición.
Un recorrido por el Distrito
“Me siento muy orgullosa de este proceso que he liderado en el barrio San Felipe. Hace cinco años hicimos la primera edición del Open con veinte espacios, para este fin de semana tenemos mapeados ochenta, de los cuales muchos de ellos han llegado al barrio por el festival al reconocer la dinámica que genera”, me dijo Johanna, mientras con sus manos acomodaba en su cabeza una gorra amarilla de letras negras y finas que retrataban el logo del evento.
Me sorprendió un poco recorrer tantas cuadras y darme cuenta de todo lo que ofrecía este territorio además de sus reconocidas galerías, pues nos topamos con librerías, restaurantes, heladerías, cafés, centros culturales, cervecerías y joyerías, entre otros establecimientos de corte creativo y cultural.
Una bandera amarilla o azul adornaba la entrada de cada local. Con este distintivo ondeado por el viento, el público sabía de entrada cuál era la especialidad del lugar. “Si es azul quiere decir que aquí encontrarán productos gastronómicos, de lo contrario utilizarán el otro color”, me explicaba Johanna mientras con su dedo índice señalaba uno de los ejemplares en cuestión.
Uno de los espacios que llamó particularmente mi atención fue Tertulia Librería Café (Carrera 22 # 74-07), pues cuando ingresamos estaban realizando una actividad de lectura de poesía con una temática enfocada en colisiones cósmicas, la cual estaba acompañada por un sintetizador que reproducía sonidos espaciales y materializaba en nuestro imaginario el relato del expositor.
Una vez afuera y mientras nos dirigíamos a un siguiente punto, Johanna me comentó de una manera eufórica: “La palabra Open hace alusión a que todo está abierto, queremos transmitir seguridad, limpieza, y cada participante del evento se compromete a tener la casa linda. Esta es una gran fiesta alrededor de las artes, esta red cultural que se ha generado brinda a los visitantes una experiencia excepcional”.
Luego de unas calles nos encontramos, paradójicamente, con el Restaurante Oculto (Calle 75 # 20c - 21), que además de contar con coctelería y una gastronomía variada, estaba adornado a modo de galería, fusionando así el arte gastronómico con el visual, emulando una sinestesia en sus comensales. En este lugar, mi anfitriona me contó que ese punto era muy reconocido, pues solían realizar talleres para aquellas personas amantes de la culinaria.
Después visitamos Casa Valhalla, ubicada muy cerca del parque que a partir del próximo fin de semana se convertirá no solo en un pulmón biológico para el sector, sino en uno creativo, cultural y artístico. Johana asegura que se trata de un espacio dedicado a la música, la danza, el goce y el disfrute ciudadano. Además, mencionó que era sede del Festival Flamenco, y que sus asistentes podían disfrutar con clases tanto musicales como de baile, en honor a esta tradición española.
Más adelante, nos detuvimos frente a Inferno Galería (Calle 74a #22-57), una casa tradicional, con la particularidad de tener un vehículo en el garaje que fue el escenario de incontables sesiones fotográficas de visitantes. Al costado se llevaba a cabo un taller de serigrafía, y el ambiente general estaba acompañado por música de set.
Al finalizar esta experiencia le agradecí a Johanna Morales por su acompañamiento y por permitirme adentrarme en este Distrito San Felipe. El Open se ha convertido en un espacio que une a las personas con diferentes disciplinas y ofrecen un producto invaluable. Durante un fin de semana, la gente se apropia de un lugar y asimila su esencia; sin embargo, el trasfondo del festival es que sus asistentes lo perciban como algo cotidiano y que puedan visitar el Distrito incluso cuando no hay Open.