
22M: Día Mundial del Agua, una fecha para reconocer los esfuerzos colectivos de Bogotá
- El 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de este recurso vital y a tomar acción frente a la crisis hídrica que enfrenta el planeta. Hoy Bogotá demuestra que con la transformación cultural es posible consolidar una ciudad más sostenible.
- En 2024 Bogotá enfrentó una de sus peores crisis hídricas en la historia, un año más tarde celebramos que Chingaza tiene cerca de 42 millones de metros cúbicos más de agua que el año pasado, y que parte de este crecimiento en el nivel del embalse es el resultado de la cultura ciudadana y la acción colectiva que lograron las personas en Bogotá.
El cambio climático, la deforestación y el uso desmedido del agua están llevando al mundo a una situación compleja. Según la ONU, más de 2.000 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable y se estima que en los próximos años esta cifra aumentará.
Bogotá no es ajena al cambio climático. En 2024 enfrentamos una crisis hídrica ante la que se tomaron medidas urgentes y al igual que en otros momentos difíciles, Bogotá demostró que la solidaridad, las pequeñas acciones y la cultura ciudadana son las vías para construir una ciudad sostenible.
Por eso, en este Día Mundial del Agua, queremos darle las gracias a todas las personas que se sumaron por Bogotá. Según datos del Observatorio y Gestión del Conocimiento Cultural de la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte (2024), el 93,4% de las personas en Bogotá cierran la llave mientras se lavan los dientes o se enjabonan las manos, el 85,16% reutilizan el agua recogida en la ducha para el inodoro y el 85,1% reutiliza el agua de la lavadora.
Hoy, el Embalse Chingaza tiene 42 millones de metros cúbicos más de agua frente al mismo periodo del año pasado, y aproximadamente el 15% de este valor fue gracias a los esfuerzos de todas las personas en Bogotá. Este dato, logrado gracias a las acciones de cultura ciudadana, demuestra que la transformación de hábitos individuales y cotidianos son posibles.
La transformación cultural ha sido clave para que estos cambios se den. A través de información oportuna, acciones creativas y pedagógicas, la ciudadanía entendió que sus decisiones diarias tienen un impacto directo en el consumo del agua. Además, el poder de la acción colectiva ha sido determinante, iniciativas como los reconocimientos a barrios, comunidades y colegios que se comprometieron con el consumo responsable del agua, hoy dan resultados.
Cada acción individual, como cerrar la llave mientras se enjabona la loza o reducir el tiempo en la ducha, se multiplica cuando miles de personas se suman al mismo propósito. Es así como Bogotá ha logrado, entre todas y todos, hacer frente a la crisis.
Este Día Mundial del Agua celebremos que Bogotá demuestra, una vez más, que con cultura ciudadana podemos enfrentar los desafíos globales, transformar nuestra relación con este recurso tan importante y construir una ciudad más sostenible.
¡Seguimos juntos por el agua!